En un mundo tan dinámico y cambiante, donde un mismo hecho revierte múltiples interpretaciones, miradas y visiones, soportadas casi siempre en el "background" y los sentimientos que nos acompañan, yo aquí plasmo las mías entre líneas, entendiendo que pudieran encontrar un sentido más allá del propio. En todo caso no es otra cosa que una mirada más... entre líneas.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

La reforma a la LOCTI: un desmantelamiento de sinergias entre los actores del SNCTI

La Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) y su Reglamento parcial vigentes a la presente fecha, a pesar de contar con ciertas debilidades, expresadas en algunas ambigüedades, generalidades y hasta algunos conceptos imprecisos plasmados en sus literales en sus cinco años de instrumentación, constituyen instrumentos de política pública que han promovido procesos de generación de conocimiento por parte de las universidades más cercano a su aplicación por el sector producto al estar en muchos casos  coordinados entre ambos, siempre bajo el ojo del ente regulador.

La LOCTI  ha promovido que las empresas se acerquen de forma sostenida a las universidades y centros de I&D en busca de programas de formación y de investigaciones cada vez más customizadas a requerimientos puntuales, y de oportunidades de aplicación de resultados a la solución de problemas, o de masificar algún prototipo escala laboratorio impactando la productividad en una empresa química, metalmecánica, o de cualquier otro sector y segmento productivo, contribuyendo al apalancamiento de capacidades o a la creación de estas en conjunto.

Igualmente la LOCTI ha favorecido, el desarrollo de capacidades de innovación en las empresas mediante proyectos propios donde la vinculación con terceros actores, ha posibilitado el desarrollo tecnológico, la sustitución de insumos importados por una capacidad fabril local apalancada en la I+D, o bien de procesos de adecuación, optimización y mejora  tecnológica sobre la base de la gestión del conocimiento, o bien la actualización profesional del personal, contribuyendo al incremento de la productividad y competitividad empresarial y con ello al de las universidades y centros de I&D.

Incluso ha estimulando  la inversión por parte de las empresas en programas comunitarios de entrenamiento en oficios técnicos, o en la creación de capacidades de ciencia y tecnología en liceos y fundaciones a través de programas de intervención en materia social y ambiental. Así  como en la creación de centros de investigación, postgrados, financiamiento de becas, publicaciones, foros, premios, eventos de divulgación y transferencia de conocimiento sobre una amplia gama de tópicos.

Esta novedosa Ley ha favorecido la consolidación de relaciones y sinergias a partir de la confianza en este entramado de actores, que constituyen el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación,  a pesar de la ausencia e inoperancia de algunos eslabones de la cadena de valor.

No obstante, a pesar de este balance favorable desde todo punto de vista, en medio de un país bastante convulsionado, donde innovar es algo más que un reto, vuelve al tapete la discusión maniquea y politizada que limitará el trabajo conjunto y coordinado entre los actores de este sistema por la disputa de los recursos, en un escenario donde el Estado hace lo imposible para que sean destinados sólo al sistema público de ciencia, tecnología e innovación en un cheque en blanco, donde desconoce al resto de los actores distintos a los organismos adscritos al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, olvidando además en muchos casos de la rendición de cuentas a los aportantes de tales recursos. 

En el medio de este escenario la reforma a la LOCTI iniciada en el año 2009, parada y retomada en noviembre de este año crea nuevamente la incertidumbre sobre el marco legal que se supone debe estimular la ciencia, la tecnología y la innovación en este país, mediante el trabajo conjunto de los actores del SNCTI.

martes, 9 de noviembre de 2010

El agobio de convivir con la Inseguridad


Ayer fui una víctima más de la inseguridad, como la mayoría de los habitantes de este país. Sin saber porque, en el medio de una autopista atestada de carros y una copiosa lluvia -producto de la ya permanente inestabilidad atmosférica que circunda a Caracas en estos días- dos hombres en sus motos, se sintieron con el derecho de golpear violentamente los vidrios de mi camioneta y atemorizarme con un arma que mostraron dentro de un bolso, supongo que para que entendiera que mi vida estaba en juego  y en sus manos, razón por la que debía entregarles mis pertenencias.

Mantuve la calma, y como pude evalué opciones encomendándome a Dios, como todos los que pasamos por esta lamentable experiencia. Por fortuna y obra del creador salí ilesa del incidente y terriblemente preocupada e indignada por la realidad que sabemos cierta hace rato: La vida no vale nada por estos lados. Y aún entendiendo esta delicada y dramática realidad que vivimos como sociedad no somos capaces de unirnos como país y exigir que la vida se respete, indistintamente de la creencia política, del  poder adquisitivo, nivel educativo o de la religión que se profese y que para que ello sea una realidad las instituciones públicas responsables de la seguridad deben hacer su trabajo.

El que no podamos circular por una autopista o por una calle a plena luz del día, o que tengamos que vivir enrejados, resguardados y perseguidos por ese  agobiante sentimiento de que en cualquier momento puede salir algún desadaptado que se siente con la libertad de robar, secuestrar, violar o matar constituye una situación que como sociedad debemos parar, por lo insostenible y bizarra que es para el futuro del país. 

Nuestras estadísticas dan cuenta que la tercera causa de muerte  es la violencia, precedida por enfermedades cardiovasculares y cáncer, así tenemos que más de cien venezolanos mueren en todo el país cada fin de semana producto de la inseguridad, ocurren en promedio  5 secuestros al día,  2 hurtos por hora y 46 por día, cifras que dan cuenta lo enfermo que estamos como sociedad, al ofrecer más oportunidades país a la muerte que las que pudiéramos tener para  emprender y ser seres productivos.

La pérdida de valores, la droga, la politización maniquea de las instituciones responsables de garantizar la seguridad y sancionar al que delinque, la fragmentación de la ciudad en parcelas estanco donde la escasa coordinación y acción de los entes responsables de evitar la muerte se fragmenta y diluye en la nada, junto a la nefasta dicotomía que coexiste entre antivalores versus la posibilidad de surgir a pulso y esfuerzo de la periferia de miseria que no ha resuelto gobierno alguno en esta tierra, constituyen ese nefasto caldo de cultivo que reproduce seres violentos capaces de truncar vidas para hacerse de un celular, unos zapatos, un vehículo y hasta sin motivo alguno.

Las causas de esta nefasta situación de delincuencia en el país, no es otra que la ausencia de políticas públicas, que por un lado posibiliten al venezolano con más carencias que prospere en calidad de vida y bienestar al contar con un país que le ofrece oportunidades de formación, empleo, salud, vivienda y que no se vea en la necesidad o comodidad de delinquir.  Y por otra de políticas públicas que sancionen severamente a aquellos que delinquen y atentan contra la vida de terceros. 

Recuerdo que la seguridad de todos los ciudadanos es obligación de los entes públicos, sin distingo la Constitución contempla, dentro de los derechos de los venezolanos, la protección por parte del Estado y el deber del ejecutivo nacional de mantener y restablecer el orden público y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, no obstante la lamentable realidad que experimentamos a diario los ciudadanos, es la inaceptable impotencia de vernos vulnerados por una delincuencia desatada que poco  interesa frenar.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Desmantelamiento de capacidades en un país de oportunidades

La conformación de un entramado productivo como  el reducido parque industrial venezolano nos ha llevado más de medio siglo como país. Si bien se apuntaló bajo un modelo  de desarrollo con importantes debilidades, al soportarse en un patrón de especialización basado en la explotación y exportación de recursos naturales, fundamentalmente del petróleo, con un sector enclave intensivo en capital, en una economía de servicios a su vez intensiva en mano de obra de baja calificación, se logro conformar con sus lógicas limitaciones un tejido productivo nacional que ha logrado acumular un valioso aprendizaje tecnológico y organizacional y conformar una capacidad institucional a nivel gerencial, tecnológico, de gestión de la información, mercadeo y del manejo de su relación cliente – proveedor que constituyen hoy día nuestro principal acervo industrial. 

En particular las empresas  de ingeniería y consultoría, construcción, servicio a pozos, metalmecánicas, metalúrgicas y manufactureras conexas a la actividad  petrolera, petroquímica y gasífera, aguas arriba (proveedoras de bienes o servicios) como aguas abajo (transformadoras de materias primas en productos finales de mayor valor agregado) representan los sectores más desarrollados de nuestra industria de procesos y servicios, por la mismas exigencias que promovía la PDVSA otrora a su cadena de valor, desde sus proveedores hasta sus clientes a nivel de implementación de normas ISO y certificados internacionales, sistemas de aseguramiento y normalización de la calidad en sus procesos productivos y en la ejecución de obras de envergadura, que contribuyeron con el desarrollo de proveedores a nivel nacional y en menor medida en la conformación de cadenas productivas aguas abajo.

Esta incipiente pero valiosa capacidad empresarial, cincuenta años después, más doce años  de “un proceso que pregona preceptos socialistas”, mantiene su condición esencialmente mono exportadora, dependiente del petróleo y de los vaivenes de sus precios. Con el agravante demoledor  en esta última década que pregona por todas las vías imaginables objetivos que buscan favorecer una economía diversificada, endógena, soberana e independiente, que no solo no han sido alcanzados, sino que realmente no son, ni han sido sus objetivos directos o indirectos. Muy al contrario  sus propósitos más diáfanos son profundizar la dependencia económica, productiva, alimentaria, en materia de salud y ahora constructiva a capacidades foráneas o exógenas.  Fortaleciendo así el entramado productivo y capacidades empresariales externas de otros países - llamados en esta década aliados" en detrimento de las capacidades locales.  


Es así como asistimos en Venezuela a un dramático desmantelamiento de esas capacidades que muchos años ha costado conformar, el cual se profundiza peligrosamente en el año 2007, con el inicio de la política de estatizaciones y expropiaciones que ya suman más de 200 empresas afectadas principalmente en materia de energía, agroindustrial, telecomunicaciones, siderurgia, banca, alimentos y ahora constructoras. El cual se ha orientado en estos sectores por considerarlos estratégicos para la economía nacional y con el supuesto propósito de alcanzar “soberanía e independencia productiva, alimentaria, energética, financiera o constructiva, bajo un esquema de producción socialistas”; alcanzándose todo lo contrario a dichos supuestos objetivos. Las consecuencias de este proceso de expropiación sistemático, junto a controles de precio y fuertes presiones tributarias ha sido una mayor dependencia de las importaciones y una creciente desinversión de las actividades productivas en el país, aunado a una concentración de capitales por un estado ineficiente y sobredimensionado que gerencia con criterios políticos, populistas, sectarios y hegemónicos.

Prueba de ello, lo constituyen la situación que experimentamos en rubros en los que la producción nacional era autosuficiente como el café, el arroz, y el maíz blanco, este año han tenido que ser importados para abastecer la demanda local, ya que la producción ha disminuido considerablemente, debido a la regulaciones de precios, la conflictividad laboral promovida en muchos casos por entes públicos que deben mediar para su solución,  entre otros factores que ha estimulado la desinversión en el sector  al impedir que dichos rubros resulten rentables.

En el caso del azúcar si bien la producción nacional históricamente no abastece la demanda local, las importaciones aumentaron desproporcionalmente 152 % en el primer semestre de este año, según cifras del INE, al importar 223.629 toneladas en comparación con las 88.770 toneladas del primer semestre del año 2009 y las estimaciones del sector para atender la demanda son importar 600.000 mil toneladas por la pronunciada caída de la producción. Similar situación ocurre con  el maíz blanco, con el arroz, caraotas, o bien con la  leche, quesos y pollo, carne, e incluso el cacao y sus preparaciones que recién han sido consideradas estratégicas para el país, y del cual ya somos exportadores, no obstante las importación del rubro son superiores a la producción y a las exprotaciones.*

Situación que es análoga en otros sectores como la manufacturera, que se viene agravando por la entrada de productos terminados provenientes de China, afectando principalmente a la industria local del calzado, confección, juguetes y un largo etc. O bien el sector metalúrgico que está trabajando al 40% de su capacidad instalada, por el desabastecimiento de insumos provenientes de SIDOR que ha reducido significativamente su producción una vez fue estatizada, lo que aunado a la contracción que ha experimentado este año la actividad de la construcción y la paralización de algunos proyectos en la industria petrolera, se ha reducido la demanda de estructuras metálicas, tuberías y perfiles, tanques, alambres, recipientes, vigas soldadas, que requieren constructoras y empresas del área de los hidrocarburos.
 
Por otra parte, Venezuela fue el país con la mayor caída en sus exportaciones (39%), a los restantes países de la región el año pasado; el comercio de Venezuela con la Comunidad Andina cayó 38% en 2009, con Mercosur la disminución fue de 15,9%, con México 36% y con Chile 28,3%. **

Mientras, las inversiones mil millonarias escasamente planificadas que se destinan en compra de alimentos y demás rubros que podemos abastecer localmente, constituyen recursos que dejan de ser inyectados en áreas que  requieren urgente atención en el país, como la seguridad, presupuesto de universidades autónomas para su adecuado funcionamiento, infraestructura vial, dotación de hospitales  y  viviendas en el país, acciones que si son absoluta responsabilidad del Estado, no así la producción de bienes. Sin embargo, direccionar este inmenso caudal de recursos en dólares a la importación de bienes y productos, resulta más rentable para funcionarios que manejan recursos públicos de forma discrecional y sin mecanismos de rendición de cuentas, en lugar de destinarlos a promover el desarrollo productivo nacional, que en definitiva se mueve en bolívares cada vez más débiles.

*  Anuario Estadístico, Instituto Nacional de Estadísticas (INE)
** Informe de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) 2008-2009

Cronología de nacionalizaciones y expropiaciones en Venezuela

 
La política de estatizaciones y expropiaciones en Venezuela suma más de 200 empresas afectadas principalmente en materia de energía, agroindustrial, telecomunicaciones, siderurgia, banca, alimentos y ahora constructoras. La misma estáorientado en estos sectores bajo la premisa de considerarlos "estratégicos" para la economía nacional y con el supuesto propósito de alcanzar “soberanía e independencia productiva, alimentaria, energética, financiera o constructiva, bajo preceptos de producción socialistas”; alcanzándose todo lo contrario a dichos supuestos objetivos. Las consecuencias de este proceso de expropiación sistemático, junto a controles de precio, divisas y fuertes presiones tributarias ha sido una mayor dependencia de las importaciones, ausencia de materias primas, desabastecimiento de algunos rubros y una creciente desinversión de las actividades productivas en el país, aunado a una concentración de capitales por un estado ineficiente y sobredimensionado que gerencia con criterios políticos, populistas, sectarios y hegemónicos.

La evolución de este proceso se indica seguidamente, en una suerte de lista roja que se alimenta todos los días.

Año 2010
  •  Textilera Silka, 07 de noviembre
  •  Aser, C.A., empresa de transporte, 05 de noviembre
  • Decreto de Adquisición forzosa del Sambil La Candelaria, 03 noviembre
  • Siderúrgica del Turbio (Sidetur), expropiación de 6 conjuntos urbanísticos paralizados,  "ocupación temporal de 8 complejos habitacionales y medidas especiales de protección a 19 conjuntos urbanísticos,  31 Octubre.
  • Owens Illinois, líder mundial en la fabricación de envases de vidrio para bebidas, alimentos, medicamentos y cosméticos. 25 Octubre
  • Industrias Veneoco, C.A, Quimica Venoco, Compañía Nacional de Grasas Lubricantes, Aditivos Oricono de Venezuela, C.A. (Adinoven) Lubricantes Venoco Internacional, C.A., Servicios Técnico Administrativo Venoco, C.A., Promotora Venoco, y Nacionalización de Fertilizantes Fertinitro (empresa mixta  en sociedad con estadounidense Koch 35% del capital, Italiana Snamprogetti, 20% de las acciones y 45% Pequiven). 10 Octubre
  • Agroisleña, distribuidora de productos para el campo, con 82 puntos de venta y 8 silos en todo el país. 3 Octubre
  • 11 taladros petroleros de Helmerich & Payne (H&P)  24 Junio
  • Envases Internacional y Aventuy, fabricantes de envases de aluminio y cartón para alimentos, respectivamente. Además, se decretó la expropiación de la Empresa Industria Nacional de  Artículos de Ferretería y de nueve comercios. 6 Junio
  • Sociedad Mercantil Molinos Nacionales (Monaca), 13 mayo 2010.
  • Universidad Santa Inés, en Barinas,  12 Mayo
  • Galpones Empresas Polar, 27 Abril
  • 80 por ciento de paquete accionarial de Empresa Cativen, propietaria d Hipermercados Éxito y Auto mercados Cada. Grupo francés Casino. 13 Febrero
  • Edificios en el centro de Caracas para "recuperar su valor histórico". 7 Febrero
  • 6 mercados de la cadena Éxito.  20 Enero
  • Anuncio de expropiación del Centro Comercial Sámbil La Candelaria, 19 Enero
 Año 2009

  • Dos centrales azucareras como paso previo a su expropiación. 21 Octubre
  • Cadena Hotelera Hilton, 13 de Octubre
  • Complejo Hotelero Margarita Hilton,  14 Octubre
  • Banco de Venezuela del Grupo Santander, 3 Julio .
  • Planta Compresora GasPIGAP II", de Williams Companies Inc,  21 Mayo
  • Matesi, Comsigua, Orinoco Iron, Venprecar (empresas metalúrgicas) y fabricante de tubos de acero sin costura, con capitales japoneses, mexicanos, europeos y australianos, 21 Mayo
  • Cargill, trasnacional estadounidense, 15 Mayo
  • 10.000 hectáreas.10 Mayo.
  • Nacionalización de 60 empresas de actividades petroleras complementarias (transporte, inyección de agua, vapor o gas) en el lago de Maracaibo,  8 Mayo.
  • Aeropostal,  26 Marzo.
  • Solar de Coca Cola-Femsa, 18 Marzo
  • Cargill, plantas procesadoras de arroz, 4 Marzo
  • 1.500 Hectáreas de tierras de la multinacional papelera irlandesa Smurfit Kappa,...6 Marzo
  • Puertos de Maracaibo y Puerto Cabello.15 Marzo.
  • 1.500 Hectáreas de tierras de la multinacional papelera irlandesa Smurfit Kappa, 6 Marzo
 Año 2008
  • Mina de oro "Las Cristinas", explotada desde 2002 por la empresa canadiense Crystallex, 5 Noviembre
  • Transporte interno de combustible 27 Agosto.
  • Lafarge, Holcim y Cemex. 18-19 Agosto
  • Nacionalización del  Banco de Venezuela, 31 Julio
  • Siderúrgica Sidor, del grupo italoargentino Ternium Techint. 9 Abril .
  • Nacionalización de toda la industria cementera del país. 3 abril
  • Cadena frigorífica y Lácteos Los Andes, 14 Marzo.
  • Treinta y dos campos petroleros de la Faja del Orinoco, Enero
Año 2007
  • Nacionalizalición de CANTV, incremento al 92,98% la participación estatal en Electricidad de Caracas vía (OPA). Mayo.
  • Campos petrolíferos de la Faja del Orinoco, para creación de empresas mixtas con mayoría estatal, 1 Mayo.
  • Compañía Eléctrica Seneca,  Febrero
 
Relación cronológica base tomada de @Diputadomiranda, Twitter.

lunes, 4 de octubre de 2010

Apelemos a la Inspiración

En la Venezuela de estos tiempos, la desesperanza aprendida a ratos arropa el país, expresándose en esa convicción de que es imposible modificar la realidad, independientemente de las acciones que emprendamos para cambiarla. Gran parte del país vive saturado de esa nefasta sensación que proclama que las cosas seguirán irremediablemente igual o incluso peor, alimentada por fracasos reiterados de múltiples esfuerzos e intentos realizados para superar diversas situaciones adversas.

Entrampados en ese círculo nocivo, cuesta encontrar la inspiración que permita elevar la autoconfianza como individuos o bien como colectivo y enfocar esfuerzos en doblegar de modo indetenible la adversidad.

La inspiración es esa fuerza irracional e inconsciente, casi un estado  de éxtasis que puede llevarnos a superar con éxito las dificultades más complejas hasta alcanzar nuestros propósitos, sueños y metas, siendo estos a su vez el origen de la misma.  Cuando esta fuerza extraordinaria nos guía, podemos ser indetenibles por muy extenuante y arduo que resulte el  camino. 

Los griegos la consideraban “un impulso divino” y aunque existe una extensa discusión sobre el origen de la inspiración, en la cual varias corrientes del pensamiento la conciben  como una fuerza externa al individuo y por ello la presunción de algunos de catalogarla como un “regalo de los dioses”, otras en cambio la determinan como intrínseca  al ser humano. En lo personal la entiendo como propia o interna al ser.

Lo cierto es que la inspiración es más determinante que la motivación. La motivación nos colma de las razones básicas para seguir adelante. Pero la inspiración llena esas razones de esperanza y entusiasmo.

Apelar a ella es imprescindible en estos tiempos que corren, encontrarla, cultivarla a fin de vivir inspirados, esperanzados, entusiastas y contagiar a otros con esa fuerza interna y demostrarnos con acciones y esfuerzos permanentes que podemos superar una condición de pobreza, o bien emprender con éxito un negocio, aprobar un año escolar, en fin sea cual sea la meta o visión que tengamos  por muy adversas que sean las condiciones.

A diario vemos como algunos personajes del “fashion star” mundial que pudiéramos pensar que lo tienen todo para ser felices, arruinan o entrampan sus vidas, en parte porque no cuentan con inspiración para vivir. De igual modo, quienes viven en absoluta precariedad y carestía, refuerzan ideas pesimistas sobre la imposibilidad de salir de la adversidad ante las escasas oportunidades, debilitando  sus esfuerzos y su visualización en torno a que quieren en la vida y como trabajar para alcanzarlo.   No obstante, muchos lo logran y en parte el elemento diferenciador lo constituye la Inspiración; esa fuerza incontrolable que permite estar enfocados en un propósito y misión de vida, y que lleva a levantarse tantas veces como se cae y proseguir, evitando el conformismo y  mirando oportunidades donde otros solo aprecian amenazas.

Dos excelentes obras cinematográficas relatan de forma excepcional esa fuerza llamada Inspiración. Ellas, Invictus cuyo director es  Clint Eastwood y Hermano de Marcel Rasquin. Deteniéndome en la segunda, por ser una joya cinematrográfica venezolana, que nos habla de nuestra realidad como país, Hermano expone de forma diáfana la fuerza de la inspiración en Daniel, un joven que nace y crece en un barrio caraqueño que ofrece pocas oportunidades. 

Él  vive frenéticamente enfocado e inspirado en el fútbol como medio para superar las carencias y ausencias económicas  de su familia. Por esta razón lo primero que hace Daniel al despertar de forma automática y convulsiva es entrenar día tras día, reforzando su inspiración con un video de un juego del Caracas Fútbol Club, al cual sueña ingresar. Estudia y se aleja de la bebida y drogas por saberlas nocivas y contrarias a su propósito de vida y a pesar de las carencias económicas no se desvía por el camino del tráfico de drogas en el barrio, aún cuando sabe a su hermano mayor Julio en ese camino. 

Su convicción es tan grande que se esfuerza en mejorar su talento como futbolista e intenta contagiar a Julio de esa inspiración como medio  para prosperar y comprarle en un futuro la casita a su madre. Es esa misma fuerza interna la que le permite a Daniel seguir enfocado a pesar de una pérdida trágica.   Y logra el objetivo, incluso acordando sus términos de contrato  imponiendo la hermandad, solo que por infortunios de la vida y en particular del contexto urbano la fatalidad se impone, lo que sin duda alude a la complejidad, pero no por ello a lo imposible.

En esencia la película ilustra el hecho, que cuando  contamos con un propósito de vida, una misión y visión claras, sin dejar de ser realistas, pero sin deambular sin norte, o buscando falsas vías rápidas, la inspiración estará de nuestro lado y sólo trabajando arduamente y guiados por la esperanza, estas se pueden alcanzar. En parte porque comprendes tu realidad y calibras el arduo trabajo que te permite ver o crear las escasas oportunidades y no dejarlas pasar, sin esperar que te la ofrezca un tercero que puede no llegar.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Innovar en Venezuela… algo más que un reto

Parte de mí día a día transcurre promoviendo, asesorando, orientando y sistematizando esfuerzo hacia la innovación en diversas empresas manufactureras y de servicios.  En ellas constato el tremendo esfuerzo que implica el mejorar y optimizar procesos productivos, fabriles, gerenciales, tecnológicos, organizativos y de formación del capital humano, en medio de un país que si bien cuenta irónicamente con una Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, de la noche a la mañana el marco jurídico vigente se ha vuelto significativamente hostil para todo aquel que ha emprendido una actividad productiva, crecido en tamaño y operaciones, hasta el punto de diversificarse y atender actividades conexas a su principal rezón de ser, resultando con el calificativo de oligarca, burgués y capitalista.  

Insolentes calificativos desconocen el esfuerzo que implica pasar de una pequeña escala productiva a una robusta y exitosa empresa en este país, donde ya solo el hecho de emprender y cubrir todos los trámites de registro y permisos implica sortear con éxito una pesada carga de burocracia, que no todos superan con éxito. No en vano Venezuela está ubicada en el Ranking global de facilidad para hacer negocios en el puesto 172 de un total de 178 países.

Si a está ya titánica labor le sumamos por un lado: los múltiples riesgos que implica generar oportunidades de empleo productivo, con el marco legal altamente impositivo y el frágil estado de derecho; y por el otro la nada sencilla tarea de acceder a las escasas materias primas y divisas que posibiliten la transformación de “commodity” en productos o bienes de mayor valor agregado “nacional”.


Todo ello en el marco de procesos de aprendizaje tecnológico, gestión de conocimiento, planificación estratégica, aseguramiento de la calidad, entre otros; encontramos que los emprendedores- empresarios no solo deben ser reconocidos y premiados en este país, por la hazaña  que implica ya solo el mantener operativa  y solvente la estructura de costos de una organización productiva, sino más aún por hecho de innovar a fin de tratar de alcanzar alguna ventaja competitiva a pesar de las obsolescencias de tecnologías, la competencia desleal de productos importados vía contrabando, la ausencia de incentivos económicos  y las prácticas de expropiación e invasiones, entre otras.

Entender que un país solo progresa en la medida  en que cuente con un aparato industrial y de servicios sólido, competitivo, innovador, responsable con su entorno y trabajadores, es una labor aún pendiente para Venezuela. 

El estimular el emprendimiento productivo, donde pequeñas ideas puedan generar pequeñas empresas y estas crecer y evolucionar en medianas y grandes iniciativas innovadoras privadas, integrándose a “clúster” o cadenas productivos ya existentes o por conformarse es la principal vía para alcanzar el tan ansiado estado de desarrollo de este país. 

Ello demanda una visión de país orientada a dicho objetivo, donde las políticas públicas de formación desde la educación básica hasta la universitaria estimule el emprendimiento, en sintonía con políticas públicas en materia industrial, científica, de innovación y tecnología, además de una equilibrada política micro y macroeconómica, hoy inexistentes.

jueves, 23 de septiembre de 2010

En medio de un inmenso país…con ausencia de políticas públicas

Venezuela, nuestro hermoso y frágil país, ese que cobija nuestros más entrañables recuerdos de infancia, los años de estudio y discusión, nuestros amigos, las aventuras y amores a la venezolana, nuestros encuentros y desencuentros con el que hacer laboral, profesional o de emprendimiento;  es también él que esperamos albergue nuestros sueños y metas futuras más sublimes, humanas y profesionales por realizar.

Y digo esperamos, con un sentido de urgencia y de deseo delator de que es aquí, donde al menos yo quiero seguir mi transito de forma libre y en paz.

Si bien desde que tengo uso de razón la ausencia de políticas públicas ha sido la constante, aunado a la corrupción, la falta de planificación y la ineficiencia pública en el adecuado cumplimiento de sus funciones. Esta anomalía se agrava ante nuestros ojos de forma desproporcionada en particular en los últimos 10 años, atentando contra nuestro propio desarrollo en este suelo que nos cobija. 

Las políticas públicas no son más que el conjunto de lineamientos y planes de acción que definen la acción gubernamental, cuya implementación se traduce en programas y proyectos, que implican acciones y actividades concretas, coherentes, planificadas y coordinadas sobre una visión de país compartida y tendiente a generar progreso, bienestar, crecimiento y desarrollo. 

La ausencia de políticas públicas implica, la decisión de no actuar ante un determinado problema y por tanto esa decisión de no actuar conforma en sí misma una política pública, de no hacer, no ejecutar o no implementar, lo que ya en si es una tragedia de larga data en este nuestro país. 

Otra cosa es cuando se suma a esta ausencia, el diseño de leyes que promueven procesos de segregación, división y sectarismo que se traduce en la institucionalización de antivalores y normas contrarias a principios fundamentales de convivencia y del desenvolvimiento sano de la actividad productiva, educativa, de seguridad social, judicial, del desarrollo local y hasta el electoral en el país.

Es nuestra vida la que se ve directamente afectada por la institucionalización de antivalores, razón suficiente para entender que somos responsables por permitirlo y somos también los responsables en solucionarlo. Responsables, si por nuestras omisiones y a veces por nuestras miserias, por creer que la culpa es de la vaca, del toro o del tigre, pero nunca nuestra. Responsables por dejarnos imponer líderes mediocres y visiones ajenas a las nuestras, por tener memoria frágil, por leer y no comprender, por pasar la página y no acumular aprendizaje, por criticar y no aportar, por no tenderle la mano al otro que ahora llamamos adversario, por olvidarnos del otro, ese que tiene carencias y necesidades tan inmensas, que en medio de nuestra propia subsistencia diaria es difícil suplir solo con limosnas.

Por ellos debemos trabajar todos, porque solo en la medida en que el venezolano con más carencias prospere en calidad de vida y bienestar al contar con un país que le ofrece oportunidades de formación, empleo, salud, vivienda, entre otras tantas es que garantizaremos nuestro propio bienestar y por ende un país más seguro, menos violento, sin resentimiento y más humano.

Sin duda la esfera de las políticas públicas constituye el principal factor que debe aportar en la solución país, pero aunada a ella debe estar de pie cada ciudadano sumando desde su micro-esfera de actuación. Y es nuestra obligación asumir el liderazgo ciudadano responsable, ese que exige y no mendiga políticas públicas cónsonas y de equidad en todo el país,  el mismo liderazgo que exige rendición de cuentas y ejecución de proyectos y obras a tiempo, de forma efectiva y eficiente que nos incluyan a todos.